Marcelo Lira Segovia trabajando en esculturas

Trabajando un Olmo octogenario de la calle Los Olmos obsequiado por gente de la Municipalidad de Macul.

El Autor de las obras, Marcelo Lira Segovia.

Las obras presentes en este blog son propiedad de Marcelo Lira Segovia.

Trabajando en el taller

Modelando en plumavit

martes, 29 de enero de 2008

LA PINCOYA, mitología de Chiloé (pluma 0,52 x 0, 72 ctms.)

LA PINCOYA, mitología de Chiloé
(pluma 0,52 x 0, 72 ctms.)

LA PINCOYA, Isla de Chiloé

La Pincoya conocida como la Diosa marina de la fertilidad. Hija del Millalobo y la Huenchula. Es una mujer de gran belleza y su desnudo y maravilloso cuerpo está sutilmente vestido o adornado de sargazos y cauquil (algas marinas). Su padre, rey de los mares, le dio la labor específica de ser ella quién fecundara los océanos de diversas especies acuáticas. Ella da fertilidad al mar. Irrumpe en las playas danzando sensualmente acompañada de peces y una gran fauna acuática que danzan y cantan a su rededor. La belleza desnuda se acerca a la orilla del mar acompañada de su esposo “El Pincoy” de quién se dice, es el que vuelve en éxtasis a la diosa marina con su canto y vos melodiosa, mientras la observa desde una roca en el mar. A medida que la Pincoya se muestra a los chilotes, la melodía y su ritmo sensual se hacen más intensos.
La diosa posee largos cabellos dorados y turgentes pechos. Los pescadores abandonan sus labores por verla, es muy importante para ellos observarla pues esperan extasiados el final de la danza, ya que cuando la Picoya mira hacia el mar, la playa será de una abundancia insaciable, peces y mariscos llenarán las redes. Por el contrario, si mira a los cerros dando la espalda al mar, la pesca será escasa. A ella se atribuye la buena suerte en la pesca . Los pescadores sienten cariño por esta mujer pues cuando algún chilote naufraga, ella va en su auxilio y si algún náufrago sucumbe en las aguas, ella entregará el cuerpo del infortunado a su esposo el Pincoy para que lo lleve al Caleuche, donde revivirá y navegará por siempre.
Cuando la escasez de peces y mariscos en algunas playas del archipiélago se prolonga por mucho tiempo, los pescadores llaman a la Pincoya a través de una ceremonia mágica que entre el variado ritual está en arrojar semillas de linaza al mar pues se sabe que la diosa gusta de comer.
Se cuenta que su madre la Huenchula, regresó al hogar paterno después de haber estado en las profundidades del mar por un año junto a su esposo el Millalobo. Al recibirla sus padres, ignorantes de lo sucedido con su hija durante ese tiempo, no preguntaron nada a la joven y ésta sólo les dijo que la criatura que traía envuelta y oculta a las miradas, no podía ser vista por nadie.
En ausencia de la Huenchula y bajo el cuidado de sus abuelos, la criatura despertó la curiosidad de su abuela la Huenchur, quién se acercó donde descansaba la pequeñita y lentamente la descubrió de entre sus ropajes desoyendo la petición de su hija de no mirar a la niña. Cuando la Huenchur la observó quedó perpleja al contemplar que la niña lentamente se iba convirtiéndose en agua. Al llegar la Huenchula tomó a la pequeña y corrió desesperada en busca de su esposo en las profundidades del océano. Este escuchó lo acontecido de labios de su mujer y la calmó mientras emergían del fondo marino. La Huenchula una vez en la superficie observó una pequeña barca acercarse, miró en su interior y ahí estaba una hermosa pequeñita que su esposo dijo que era la hija de ambos. Lloró de felicidad mientras daban el nombre a esta criatura, su padre la tomó y sumergiéndola en el mar la nombró Pincoya.



EL BASILISCO, mitología de Chiloé (pluma, 0,55 x 0,75 ctms.)

EL BASILISCO, mitología de Chiloé
(pluma, 0,55 x 0,75 ctms.)


EL BASILISCO, Isla de Chiloé

El Basilisco, es conocido como el Parásito de los Enfermos. Este ser es nacido de un pequeño huevo llamado “Llo-Lloy” puesto por un gallo colorado o una gallina vieja. Es una especie de reptil emplumado, más bien un gallo con extremidades de reptil o cola de serpiente. Una lengua característica de los reptiles y unos enormes ojos que causan pavor. Su morada son las viviendas abandonadas y en ruinas, que según algunas versiones, del huevo recién puesto nace un gusano que corre a esconderse bajo el piso entablado de las casas y allí se queda. Mientras es un gusanillo, al cual llaman "Achachao", sale por las noches a alimentarse de la flema de algún enfermo. Así pasa su vida hasta que completa su desarrollo. Luego al convertirse en Basilisco vive en cuevas. En las tardes, casi de noche, sale en busca de su alimento y se esconde para ello hasta la oscuridad absoluta bajo la cama de algún enfermo y valiéndose del sueño de este, comienza alimentarse de la saliva de la persona atacada. Esta sin darse cuenta va quedando sin fuerzas y sin aliento. Ignorante de la acción del Basilisco, el enfermo lentamente va siendo consumido en su condición física, se apodera de la víctima una tos seca que finalmente, sin deseos de ingerir bocado, va convirtiéndose su cuerpo en un ser esquelético y muere entonces de inanición. Aseguran que el Basilisco no abandona la casa hasta provocar la muerte de todos sus moradores.
También este ser mitológico posee poder en sus grandes ojos, la sola mirada de él logra causar la muerte del infortunado que lo ve. Por el contrario si sólo el Basilisco logra ver una parte del cuerpo de su víctima, este terminará con la mitad de él paralizado.
Se comenta que hay formas de vencer la acción de este ser empezando desde su nacimiento enterrando el huevo inmediatamente en el centro de un fogón encendido y luego matar al gallo o gallina que está poniendo los huevos “Llo-Lloy”. Pero cuando el Basilisco ya es adulto y provoca el daño se debe recurrir a los poderes de un brujo o “machi”, únicos capaces de lograr su destrucción.

lunes, 28 de enero de 2008

EL TRAUCO, mitología de Chiloé (pluma, 0,55 x 0,75 ctms.)

EL TRAUCO, mitología de Chiloé
(pluma, 0,55 x 0,75 ctms.)


EL TRAUCO, Isla de Chiloé
El Trauco tiene reputación de "seductor". Si es joven y virgen, "Doncella", mucho mejor.
Este es un ser repulsivo, deforme, de estatura no superior a los noventa centímetros. De contextura gruesa y poderosa, sus pies son sólo muñones y debe ayudarse para caminar de su "Pahualdín", que es un bastón rústico y retorcido. Artefacto que extrae o corta del árbol del mismo nombre, que crece como enredadera. Viste un sombrero en forma de cucurucho confeccionado al igual que sus ropajes de fibras de quilineja y follaje nativos.
Jamás se separa de su "Toki", pequeña hacha de piedra con la cual tumba hasta los árboles más firmes y gruesos.
Se refugia en lo profundo de los bosques chilotes y sólo sale en busca de mujeres, a las cuales prefiere jovencitas. El Trauco conquista sin mayores esfuerzos pues excita a sus mujeres tan solo con la mirada. Las embruja, provocando en ellas sueños eróticos por las noches, que hace que ellas lo tengan siempre en el pensamiento. Quienes han tenido un encuentro con El Trauco, lo buscarán por los bosques para ser poseídas nuevamente.
Vive tranquilo la mayor parte del tiempo dentro de su árbol "Pahualdín", cuidadosamente ahuecado. En sus tiempos de ocio, remenda su traje hecho de quilineja.
El Trauco comparte su vida con La Fiura y juntos viven en la profundidad de los bosques chilotes.
En muchas ocasiones el Trauco es motivo de excusa por parte de alguna jovencita que ha quedado embarazada y al no poder revelar la verdadera identidad del padre de la futura criatura, asegura después que su estado de gravidez se debe al temible y lascivo Trauco.

domingo, 27 de enero de 2008

LA FIURA, mitología de Chiloé (acuarela y pluma, 0,55 x 0,75 ctms.)

LA FIURA, mitología de Chiloé
(acuarela y pluma, 0,55 x 0,75 ctms.)





LA FIURA, Isla de Chiloé.
La Fiura es una mujer coqueta y fea. De ojos enigmáticos, poseen una profundidad cautivadora.
Es de pequeña estatura, de cuerpo contorneado y sus pechos son bien formados y firmes. Tiene grandes manos con dedos deformes. Rostro huesudo y nariz larga.
LaFiura tiene un carácter agresivo. Se dice que la mujer tiene muy mal aliento. Quienes la rechazasen sufrirían la consecuencia de ser "torcidos" físicamente. Esto lo consigue al soplar fuertemente sobre sus víctimas.
Acostumbra habitar en los sitios pantanosos del archipiélago, siempre cerca de una cascada o vertiente donde se baña a la luz de la luna, lo que parece ser su placer. Luego se sienta desnuda sobre el musgo a peinar su larga cabellera. Si bien ostenta un aspecto facial poco agradable, logra a través de su gran poder de seducción, en el cual sus ojos son relevante, cautivar a los hombres solteros, a los que busca con apetito desmedido. Estos, una vez conquistados por sus poderes, deben complacerla.
La Fiura luego de saciada su lujuria, enloquece a sus amantes. Los abandona más tarde para que vaguen por los bosques chilotes donde ella puede ubicarlos fácilmente cada vez que desee repetir sus encuentros amorosos.
Es muy perversa. Se deleita causando males a través de sus "aires" o soplidos, tanto a animales como a seres humanos, estos últimos son paralizados del cuello, brazos o piernas y sólo con la ayuda de una "machi" el afectado podrá sanar.
La Fiura es la mujer del Trauco y al igual que éste, siente una atracción irresistible por el sexo.
Ella es capaz de oler la presencia de un macho a distancia, entonces enloquece de deseos y parte en busca del infortunado que se atrevió a internarse solo en los bosques chilotes.

Mitología de Chile

IMAGINARIO POPULAR
"DESCLASIFICADO"
*Ángela Montero Neira
Los Seres Mitológicos de Chile, obra del pintor Marcelo Lira Segovia, tuvo su origen en los dibujos a pluma sobre los seres míticos de la Isla de Chiloé, realizados a principios de 1990.
Transcurrido el tiempo y después de haberse presentado en más de una treintena de exposiciones, en diferentes Salas, Galerias, Museos de Chile y el extranjero la exposición denominada "Mitología de la Isla de Chiloé", el autor de la obra incorporó otros estudios de personajes mitológicos del norte y centro de Chile y los reunió bajo el título "MITOS DE CHILE", exposición que viajó tanto como su antecesora de Chiloé.
Recientemente presentó la obra, que incluye dibujos a pluma, acuarelas, óleos, grabados en xilografía y serigrafía en la Sala de exposiciones del Centro Cultural Ricardo Garibay, de la ciudad de Tulancingo de Bravo, estado de Hidalgo en México. La exposición fue denominada "Seres mitológicos de la Isla de Chiloé y Pascua" y contó con el patrocinio de la Presidencia Municipal en el mes de octubre de 2007.
Pocos artistas pueden ostentar una colección pictórica tan amplia de seres míticos como lo es la obra de este pintor, escultor y escritor, que se avocó a escudriñar en los temas de nuestra cultura más intima...la de nuestros sueños y temores, creencias y fantasías que hoy Marcelo Lira quiere "desclasificar" este imaginario popular "acumulado" en su obra y lo entrega a quienes deseen conocer los "seres" que habitan en el alma de los habitantes del fin del mundo.
*Poeta y Escultora, miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, Sech y Directora del Centro Cultural Negnechén.